A los pacientes que no hayan sufrido enfermedad coronaria se les aconseja exclusivamente un cambio en la dieta, sustituyendo las grasas saturadas y trans por poliinsaturadas, consumiendo pescado al menos 2 veces por semana. A los pacientes que sà hayan sufrido enfermedad coronaria se les aconseja, además, el consumo de complementos de Omega 3 pero bajo supervisión médica.
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